1 Optimizar el espacio físico.
2 Establecer reglas sobre cómo los estudiantes deben tratarse entre sí.
3 Varíar con frecuencia los grupos para crear una nueva dinámica.
4 Asignar roles y responsabilidades: líder, cronometrador, encargado de registros, etc.
5 Hacer desafiante: el trabajo en grupo no es una excusa para el trabajo fácil.
6 Intentar hacer ejercicios de unión en equipo para romper el hielo.
7 Tener a mano otros ejercicios de «relámpagos» en caso de que la energía comience a flaquear.
8 Dar instrucciones escritas y describir cómo debería verse el resultado.
9 Reconocer y recompensar a los estudiantes por trabajar en grupo, así como por llegar a la «respuesta correcta».
10 Evaluar tu propio desempeño. ¿Fueron claras las instrucciones? ¿Le diste suficiente tiempo? ¿Resolviste los conflictos? ¿Algo que mejorarías la próxima vez? «